Marlborough puddingOs voy a hacer una preguntita: ¿conocéis el cuadro que hay al final de este post? Su nombre original es Composición en gris y negro, aunque se le conoce normalmente por La madre del artista (ahora ya no podéis decir que no lo conocéis). Su autor, el pintor estadounidense James McNeill Whistler, es uno de mis pintores favoritos, y esta obra suya, muy popular en los Estados Unidos, ha llegado con el tiempo a ser un símbolo de la maternidad.

En agosto de 1995, durante unas vacaciones en Londres, tropecé con un librito que lucía esta mismísima pintura en su portada. Y cuál no sería mi sorpresa cuando comprobé que era el recetario doméstico de Anna McNeill Whistler (1804-1881), la madre del pintor representada en el famoso cuadro. Las recetas están recreadas y anotadas para la cocina moderna, pero se incluye la receta original de la señora Whistler, con su misma encantadora ortografía y gramática.

El libro nos permite asomarnos a los usos domésticos y la cocina de una familia del siglo XIX. Las recetas de la señora Whistler son sencillas y un punto rústicas para los usos actuales, pero transmiten los sabores y aromas de la buena cocina casera. Para rememorar este recetario de hace más de un siglo y traer a este apresurado siglo XXI un poco de sabor decimonónico, he elegido esta sencillérrima tarta-pudding de manzana, llamada Marlborough pudding. El libro no da ninguna explicación sobre el origen de este rimbombante nombre. Bueno, rimbombante para nosotros, que igual para los anglosajones de entonces es como llamarlo flan de la tía María, vaya usté a saber.

Ingredientes, 8-10 personas

1 lámina de hojaldre comprado o masa quebrada dulce para la base, 5 manzanas reineta medianas, 1 limón, con la corteza rallada entera y su zumo exprimido, 200 g de azúcar, 5 huevos medianos, 200 ml de nata líquida, 50 ml de leche entera, zumo de limón adicional para rociar las manzanas

Elaboración

Se pone el horno a calentar a 180 °C si es de convección, a 200 °C si es de solera. Se prepara la base de la tarta: se unta de mantequilla y se enharina un molde de tarta, mejor desmontable (mi molde es grande, de 30 cm, estas cantidades dan para llenarlo entero y me sobró un vasito). Se estira la masa, se recoge con el propio rodillo y se traslada al molde. Se asienta bien y se recortan los bordes que sobresalgan.

Se hornea en vacío unos 10 minutos. Se saca y se deja enfriar un poco. Se baja la temperatura del horno a 160 °C (180 °C). Se prepara mientras el relleno. Se pelan bien las manzanas, se cortan por la mitad y se rocían con zumo de limón para que no se oxiden. Se ponen en una fuente y se cuecen en el microondas, bien tapadas, hasta que estén tiernas, unos 4 minutos a máxima potencia.

Se ponen en el vaso de una batidora o en la Thermomix. Se añaden los demás ingredientes: el zumo de limón, el azúcar, la ralladura, la nata, la leche y los huevos. Se bate todo bien, aunque no hace falta que la manzana quede deshecha del todo. Se vierte la mezcla sobre la base de la tarta, hasta bien arriba, y se mete al horno 1 hora, sin tapar. Se vigila para que no se dore en exceso y se baja la temperatura si fuera necesario. Se saca y se deja enfriar.

Marlborough puddingDegustación, consejos

Personalmente me ha encantado esta tarta-pudding Marlborough, aunque bien es verdad que yo adoro casi cualquier postre con manzana (menos las manzanas asadas, mira tú). Tiene un agradable sabor limonáceo, queda muy cremosa y el relleno tiene una consistencia ligeramente crujiente que le da la manzana al no estar hecha compota. Tan rústica y hogareña como cabría esperar. No tenéis más que acompañarla de un té bien fuerte mientras esnifáis un poquito de rapé para sentiros igualitos a Whistler cuando su mamá le hacía una tarta. Y seguro que si alguna vez volvéis a ver esta pintura, os acordaréis de que esta dama hacía ricas tartas a su familia.

(Cortesía de Wikimedia Commons)

Whistler's Mother