Receta de croquetas caseras

Estas son las mejores croquetas que hacemos en casa, aprovechando el pollo del puchero, y añadiendo cebolla y un poco de jamón. La consistencia de la masa debe ser la justa para poder manipularla, pero sin exceso de harina, ya que quedarían muy pesadas. Esta receta de croquetas caseras de jamón y pollo es un entrante ideal para la comida, o incluso un aperitivo para tomar entre horas.

Ingredientes para las croquetas caseras de jamón y pollo

2 cebollas medianas, 60 cc. aceite de girasol o de oliva suave, 125 gr. mantequilla, 150 gr. jamón serrano, una pechuga de pollo cocida, 50 gr. bacon (opcional), un litro de leche, 170 gr. de harina, pizca de sal y nuez moscada molida, 200 cc. nata ligera de cocinar.

Elaboración

Primero pica muy fina la cebolla. Saltea en una sartén con el aceite, a fuego medio, hasta que quede transparente y bien cocida. Añade el jamón, el pollo y el bacon picados muy finos, dejando que se doren unos minutos. Aparta y reserva.

En otra sartén honda o cazuela de fondo grueso derrite la mantequilla a fuego medio. Cuando esté líquida, espolvorea la harina a través de un colador y remueve un minutos al fuego, lo justo para que quede ligeramente dorada.

Vierte lentamente la leche, poco a poco, sin parar de remover, para que no se formen grumos. Si quieres que queden más cremosas puedes incorporar un poco de nata líquida.
Una vez incorporada toda la leche, deja que rompa a hervir y cuece a fuego lento 10-15 minutos, sin parar de remover para evitar que se agarre al fondo.

Para esto lo mejor es usar un recipiente con recubrimiento antiadherente. Añade casi al final la mezcla de cebolla, jamón y pollo, remueve y ajusta de condimento, sal y nuez moscada. No hay que poner mucha sal, ya que el jamón aporta la suya a la crema.

Pasa la bechamel a una fuente honda, alisando la superficie, y deja enfriar un poco. Cubre con film transparente y deja enfriar en el frigorífico unas horas, mejor incluso toda la noche.

Una vez la bechamel haya cogido cuerpo, se moldean las croquetas con dos cucharas, dando forma alargada con las manos humedecidas. Reboza con harina, huevo batido y pan rallado y fríe en abundante aceite bien caliente, hasta que queden doradas. Sirve al momento.

Si quieres, una vez moldeadas y rebozadas, se pueden congelar las croquetas para prepararlas con posterioridad.

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