Los que conocen mi blog desde hace tiempo ya saben que vivo en un pueblo de Málaga llamado Benalmádena, donde además hace unos meses abrimos la sede de nuestra nueva Escuela de Cocina. He conocido hace poco una original iniciativa de Aquarius que quiere poner en contacto muchos pueblos entre los habitantes de las grandes ciudades, como una nueva vía de turismo alternativo. Aprovecho para comentaros además algunos de los mayores atractivos de mi pueblo, sobre todo gastronómicos.

La nueva campaña de Aquarius quiere poner en contacto a los “urbanitas” con los pueblos pequeños, muchos de ellos poco conocidos y perdidos por nuestra geografía, resaltando los valores y atractivos de estas pequeñas poblaciones. Para ello el urbanita “huéfano” podrá entrar en la web y elegir el pueblo que desee, con lo que recibirá un título de “hijo adoptivo”, que le permitirá disfrutar de descuentos en los establecimientos asociados a esta iniciativa en ese pueblo en concreto.

En la web se cuentan los atractivos de cada pueblo con fotos y descripciones detalladas para animar a los “urbanitas huérfanos de pueblo” a solicitar esta original adopción. En principio, son 50 los pueblos participantes, aunque en el futuro se irán ampliando a la participación de cualquier pueblo de España, y también podrán incorporar sus pueblos y ofertas utilizando el canal de Facebook de Aquarius.

 ¿Quieres conocer Benalmádena?

No es que mi pueblo necesite de «huerfanos», cada vez son más los malagueños y foráneos que deciden quedarse a vivir aquí, tal como yo hice ya hace muchos años. Aunque en verano es cierto que no necesitamos mucho reclamo, ya que nuestras playas se llenan de visitantes, es verdad que el resto de año Benalmádena queda prácticamente desierta, como ocurre con muchas zonas turísticas de la costa, y es un buen momento para venir a visitarnos y disfrutar de nuestro pueblo.

Para los que gusten del mar, Benalmádena ofrece un largo paseo marítimo, desde Torrequebrada hasta Puerto Marina, con amplias playas y numerosos bares de tapas, heladerías y chiringuitos, abiertos la mayor parte del año. Es el mejor sitio para disfrutar del “pescaito frito” típico malagueño. La playa de Santa Ana es la más céntrica, cerca del Castillo Bil-Bil, un interesante edificio de estilo árabe que suele acoger conciertos y exposiciones durante todo el año.

Puerto Marina es un buen lugar para salir de copas por la noche, con bares, restaurantes y terrazas con vistas al mar y a los numerosos barcos atracados. La oferta gastronómica es muy variada, con restaurantes asiáticos, parrilladas argentinas, griegos, pizzerías, heladerías y lugares de comida rápida.

A pocos metros de Puerto Marina tenemos una joya que pocos conocen, nuestro Museo Municipal, con exposiciones temporales muy atractivas para los amantes de la cultura…no todo va a ser playa. Si estás por esa zona de Benalmádena Costa recomiendo especialmente visitar alguno de los restaurantes de cocina de la India, especialmente el Milan, uno de mis favoritos, donde puedes disfrutar de excelentes currys y tikka masala. Muy cerca se encuentra nuestro “central park” particular, el Parque de la Paloma, un extenso parque urbano en pleno centro, con vistas al mar, y que hará las delicias de los niños, con sus estanques, animales, zonas recreativas, lago artificial, delfinario, bares y posibilidad de alquiler de bicicletas. En invierno es genial para hacer un picnic en el césped y disfrutar del sol malagueño.

Ascendiendo un poco, llegamos a Arroyo de la Miel, la zona urbana más concurrida, donde se encuentra la estación del cercanías y el parque de atracciones Tívoli, todo un clásico, con atracciones y conciertos. Esta zona ha crecido mucho, con urbanizaciones y campos de golf, pero en su parte más antigua tenemos calles estrechas y lugares excelentes para comer o tapear, como el Mesón Pajarete, mi favorito, o restaurantes tradicionales como el Rincón Asturiano, muy recomendable, junto a la iglesia. Aquí está además nuestra Escuela de Cocina Pepekitchen, que recibe alumnos de Málaga, pero también residentes extranjeros y  visitantes de toda Andalucía, que aprovechan el fin de semana para aprender algo de cocina y además hacer turismo por la zona.

Subiendo a pocos kilómetros tenemos que visitar Benalmádena-pueblo, el núcleo urbano original, un pueblo blanco típico andaluz, donde se encuentra el Ayuntamiento y la Iglesia principal. Merece la pena pasear por sus calles estrechas, Las opciones gastronómicas no son muchas, algunos bares más o menos tradicionales, aunque se encuentra aquí el Hotel y Escuela de Hostelería de La Fonda, que cuenta con restaurante abierto al público. Además, muy cerca puedes visitar el moderno Mariposario y un sorprendente Templo Budista, uno de los mayores de Europa.

Y si te gustan las alturas y las excursiones, puedes subir en teleférico al monte Calamorro, la máxima altura de la sierra, con impresionantes vistas de la costa y del Estrecho. Y si te gusta caminar, el ayuntamiento tiene marcadas numerosas rutas urbanas y campestres, aunque hay que estar en forma, por lo accidentado de nuestra orografía.

Esperemos que esta original campaña de Aquarius nos sirva para acercarnos a algunos de nuestros pueblos más desconocidos y descubrir sus  atractivos. Cierto que a veces optamos por destinos internacionales, o visitar las grandes ciudades, pero el turismo rural y «tranquilo» es una buena elección, un turismo más humano y, además, barato, importante en los tiempos que corren.