© José Maldonado

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Cuando visito una ciudad o pueblo, intento siempre descubrir sus productos locales, más o menos típicos, y para esto lo mejor es visitar sus mercados y tiendas. El pasado fin de semana hemos estado en Oporto, y aunque el motivo principal de mi visita ha sido descubrir sus vinos y bodegas, como ya os hablaré, me ha sorprendido el mercado central de Oporto, Mercado do Bolhão.

Está situado muy cerca de una de las vías comerciales más concurridas de la ciudad, la de Santa Catarina, y junto a la estación de metro de Bolhão. Lo primero que llama la atención es su espectacular fachada, sorprendentemente sin azulejos, y que transmite una sensación de elegancia y grandiosidad que desaparece rápidamente en cuanto cruzamos una de sus puertas, ya que el estado de abandono es notable.

Al entrar descubrimos un amplio patio porticado, con varios niveles. El espacio central está ocupado por numerosos puestos de madera, acogidos bajo antiguas estructuras a modo de tejados, que protejen de las lluvias. A pesar del evidente deterioro del edificio, es muy agradable el paseo, y abundan los vendedores de flores, que dan un toque colorido muy apreciado por los muchos turistas que deambulan por allí.

Hay de todo, repartidos por zonas se encuentran los puestos de pescados, carnes, verduras, frutas y legumbres. Los más llamativos los que venden pan, quesos, pasteles, cereales y especias. También se venden baratijas, adornos y algunas cerámicas y objetos de madera. Todo muy tentador, y si te descuidas, sales cargado de un montón de cosas, aunque hay que reconocer que todo resulta muy barato. Y es que los portugueses son buenos vendedores, y se agradece que siempre te reciban con una sonrisa.

© José Maldonado

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Era un poco tarde y muchos puestos ya estaban cerrados, sobre todo los de pescados y carnes por lo que imagino es mucho mejor ir temprano, recordando que cierra los domingos. Además se puede picar algo dentro, o incluso comer en alguno de los bares, cafeterías y restaurantes que hay adosados a la fachada. Si vas por allí no dejes de visitar una famosa tienda de fachada modernista, en la cercana Rua Formosa, llamada A Pérola do Bolhão, donde se pueden adquirir quesos de oveja portugueses, vinos de Oporto, licores, frutos secos y embutidos, como el chorizo ahumado que se usa para el caldo verde y otros guisos.

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Como seguro caes en la tentación de comprar algún pan de maiz, broa de milho, quesos de oveja y cabra, frutas y embutidos, es mejor aparcar el coche cerca, en alguno de los centros comerciales de la zona. La visita ha merecido la pena, a pesar del deterioro del edificio, aunque quizás en eso resida su encanto. Esperemos que la remodelación anunciada respete la estructura original.

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