Otra nueva entrega de la visita de nuestro amigo Carlos a la Martinica. en este caso a la Hacienda de Ron Clément, uno de los mejores rones agrícolas de la isla.

La isla de Martinica es una de tantas hermosas islas del caribe, frontera entre el Océano Atlántico y el Mar Caribe, cuenta con extensas plantaciones de plátano y caña de azúcar, siempre coronadas por el temible volcán que hará algo más de un siglo ya arrasó la antigua capital en pocos segundos.

Hace unos meses, en época de carnaval, tuve ocasión de visitar ésta isla para reencontrarme con unos amigos, afortunados ellos que consiguen trabajo en islas paradisíacas!. Como no podía ser de otra manera aproveché la oportunidad para realizar una visita a la Habitation Clément, antigua Habitation Acajou.

La antigua Habitation Acajou era una hacienda que adquirió Homero Clément, un doctor mulato hijo de sastre, allá por 1887. Por entonces se trataba de una azucarera en plena bancarrota. Allí vivió durante años con su familia hasta que en 1917, debido a la fuerte demanda de ron durante la primera guerra mundial, decide montar una destilería sobre las ruinas de la antigua azucarera.

Sin embargo seis años más tarde fallecería, dejando las riendas a su hijo Charles de tan sólo 22 años, que consagró toda su vida al negocio del ron. Hoy en día la hacienda y en particular la casa está clasificada como monumento histórico e incluso fue el lugar de encuentro en 1991 entre George Bush y Mitterrand, por entonces presidentes de EE.UU. y Francia respectivamente, para hablar sobre los problemas del mundo tras el final de la guerra del Golfo.

L’Habitation Clément es hoy en día una preciosa hacienda con jardines repletos de palmeras espectaculares e inundado por los embriagadores aromas del ron agrícola. Se extiende por más de 160 hectáreas, lo que viene a ser más de 20 campos de futbol, y es el resultado de la suma de pequeñas parcelas adquiridas durante el siglo XIX.

Es además uno de los mayores productores de ron agrícola de Martinica, tanto ron blanco como ron viejo, de hecho hoy en día más de un millón de litros de ron envejecen en sus barricas de roble por un periodo de entre 3 y 15 años antes de ser comercializados.

Además de visitar la que fue la casa de la familia Clément, podemos dar un paseo tranquilamente por los jardines, las bodegas o incluso visitar la antigua destilería donde durante décadas se estuvieron fabricando estos excelentes rones que los oriundos degustan simplemente con hielo o en ricos cócteles de frutas con el planteur.

Y por si fuera poco, también se dedican a investigar e innovar sacando al mercado productos sorprendentes como Canne Bleue, único en el mundo por ser el primer ron blanco agrícola que es destilado a partir de una sola variedad de caña de azúcar, concretamente la caña azul, de ahí su nombre y la cual igualmente recibe éste nombre por los tonos grises violáceos de la cera del dermax.

Si alguna vez tenéis ocasión de ir a Martinica os recomiendo que no dejéis escapar la oportunidad de hacerles una visita, además como premio final tenemos una barra de degustación gratuita antes de pasar por la tienda.