Vaya receta más rica os traigo hoy. La calabaza, eterna obsesión de Halloween, me gusta siempre y en todo momento, en sopas, cremas, woks, postres  o en arroces cremosos como en esta original receta de risotto de calabaza con fonduta de gorgonzola.

La calabaza la horneamos previamente, para que quede tierna y sabrosa. La fonduta es el equivalente italiano de la fondue suiza, y en esta ocasión usamos gorgonzola “dolce”, un queso azul muy cremoso fácil de encontrar en supermercados.

La receta es originaria de Annamaria Leone, chef del Locanda Vecchia Pavia «al Mulino», en Certosa, Pavia, Italia.

Ingredientes, 4 personas

400 gr. arroz Carnaroli, 400 gr. calabaza, un litro de caldo de carne ligero, 80 gr. mantequilla, 100 gr. parmesano rallado, una cucharada de escalonia picada, aceite de oliva, sal, pimienta.

Para la fonduta: 250 gr. gorgonzola dolce, 100 gr. leche, una yema de huevo.

Elaboración

Corta la calabaza en trozos grandes, con la piel, y coloca en una bandeja cubierta con papel de aluminio. Riega con un hilo de aceite, salpimienta y cubre con otra hoja de aluminio, cerrando los bordes, como un papillote.

Yo he guardado las semillas de calabaza, las he lavado un poco y, puestas sobre una bandeja con sal gorda, extendidas en capa fina, las he horneado con la calabaza, unos 15 minutos, o hasta que queden doradas y crujientes. Te sirven de aperitivo, y además las he usado para decorar en risotto al servirlo.

Cuece la calabaza en horno precalentado a 170º durante 45 minutos. Aparta y deja templar. Retira la piel y tritura la pulpa. Reserva.

Saltea la escalonia en la mitad de la mantequilla, hasta que quede transparente. Añade el arroz, salteando 4 minutos sin dejar de remover, hasta que quede tostado ligeramente. Añade entonces el caldo caliente y la pulpa de calabaza asada. Remueve y deja cocer 15 minutos.

Al final ajusta de sal y pimienta. Manteca el risotto al final, ya fuera del fuego, con la mantequilla restante en dados y el parmesano rallado.

Prepara la fonduta calentando el gorgonzola con la leche, batiendo en un cazo, sin que hierva, batiendo con varillas. Una vez se haya fundido el queso, aparta y añade la yema, batiendo hasta que espese la crema.

Sirve el risotto de calabaza acompañando con la fonduta de gorgonzola, decorando con hojas de salvia fresca. Hay que comerlo al momento, yo lo acompañaría de un prosecco bien frío, o un cava brut nature.