La pitta o pita es uno de mis panes favoritos a la hora de comer algunos de los aperitivos de la rica cocina de Oriente Medio, sobre todo los platos que hacemos en nuestros talleres de cocina libanesa, como el hummus o el baba ganush, aunque tampoco queda mal para acompañar los falafel de garbanzos o el tabuleh. Se trata de una ligera masa de pan enriquecida con aceite de oliva que se estira en forma de finas tortas que luego se deben cocer a alta temperatura para que formen su típica corteza blanda e interior hueco, ideal para rellenar. La piedra de horno refractaria nos ayudará mucho en esta tarea, aunque si no la tienes puedes precalentar la bandeja del horno para conseguir ese mismo efecto.

Este es uno de los panes que elaboramos en nuestro taller de panes planos, una buena manera de iniciarse en el mundo del pan artesano.

Ingredientes

375 cc. agua, 560 gr. harina de fuerza, 1 cucharadita de sal, 40 gr. levadura de panadería fresca (una cucharadita de levadura de panadería seca), 25 cc. aceite de oliva virgen.

Preparación

Para hacer la masa de pan haremos un volcán en la mesa de trabajo, con la harina. En el hueco central añadimos la levadura disuelta con el agua, la sal y el aceite de oliva virgen. Usando los dedos vamos mezclando con cuidado los ingredientes, hasta hacer una masa fina y elástica. También puedes hacerlo en un cuenco grande, si tienes poca práctica. Añade el agua poco a poco, hasta conseguir una masa adecuada, hay que tener en cuenta que el tipo de harina influye mucho en la cantidad de agua que admite.

Espolvorea un poco de harina sobre la mesa de trabajo, y ahora pasa a refinar la masa. Para ello hay que estirarla a la vez que la retorcemos con las manos. Luego se unen los extremos y se amasa con la palma de la mano. Repite el estirado y amasado durante unos 10 minutos, por lo menos. Ve añadiendo un poco de harina a la mesa si se pega mucho, pero no demasiada, ya que la masa quedaría muy dura.

Una vez refinada pasamos la masa a un cuenco aceitado ligeramente. Tapa bien el recipiente con film transparente y deja en sitio cálido, en la cocina, hasta que la masa fermente y suba bastante. Debe duplicar su volumen. Dependiendo de la temperatura ambiente puede tardar una o dos horas.

Una vez haya fermentado correctamente la masa por la acción de la levadura, pasa a la mesa y amasa 2-3 minutos, para eliminar el exceso de aire del interior.  Luego cortamos porciones de unos 50 grs. aproximadamente. Hacemos bolitas con cada porción de masa. Las extendemos con el rodillo hasta que queden de unos 4-5 mm. de grosor, dando forma redonda o alargada. Pasa las pittas a una bandeja, cubre con un trapo limpio y deje que suban unos 20 minutos.

Si usas la piedra refractaria,  precalienta el horno con la piedra en su interior, sobre la rejilla en el segundo estante inferior, a unos 200º, durante 30 minutos. Ve poniendo las pittas con la pala de madera sobre la piedra, y deja cocer unos 7-8 minutos, o hasta que se hinchan y empiezan a dorarse ligeramente. Aparta y conserva calientes cubiertas por una servilleta.

Si no tienes piedra refractaria, unta de aceite ligeramente la bandeja del horno y calienta en el horno a máxima temperatura unos 10 minutos.  Saca del horno la bandeja y ve colocando las pittas que hayan subido. Introduce de nuevo en el horno, y deja cocer a máxima temperatura unos 10 minutos, o hasta que empiecen a dorarse. Saca y deja templar sobre rejilla. Vuelve a poner otra remesa de pittas, así hasta acabar con toda la masa. Esta receta de pan pitta o pan plano árabe es perfecta para acompañar cualquiera de los platos de la cocina oriental, y se suele tomar caliente. Si no lo vas a consumir, puedes congelarlo ya horneado y descongelarlo unos minutos en el tostador a la hora de comerlo.