Hay un dicho castellano muy sabio que dice “Un cocinero se hace, un asador nace”. Totalmente de acuerdo, de hecho en las buenas cocinas el asador es un puesto de prestigio que se otorga a un cocinero con gran experiencia y saber. Aunque se siguen conservando asadores tradicionales, sobre todo en las zonas del interior peninsular, es una pena que se vaya perdiendo la costumbre del asado, que aunque requiere una cierta habilidad, con un poco de práctica se consiguen muy buenos resultados, como esta receta que hoy he preparado, la pierna de cordero lechal asado, una carne extraordinaria que no requiere demasiados aditamentos.

Siguiendo con nuestro refranero, “De la mar el mero, de la tierra el cordero”. Quizás solo igualada, en mi opinión, por su primo hermano, el chivo lechal, la carne de cordero es de una textura y sabor inmejorables, y muy adecuada para calderetas y asados, donde despliega todos sus aromas. En este caso la hemos preparado de manera sencilla, con una marinada de hierbas aromáticas. Sigue nuestra receta, paso a paso, y conseguiras un asado extraordinario.

Ingredientes, para 2 personas

Una pierna de cordero lechal (unos 600 grs. aprox), 3 dientes de ajo, mejorana, romero, tomillo, sal gruesa, pimienta en grano, aceite de oliva virgen, vino blanco seco.

Elaboración

Una vez bien limpia la pierna de grasa, la ponemos en una bandeja para asados, donde quepa de sobra, mejor de aluminio esmaltado o cristal refractario, que de acero. Hacemos varias incisiones con un cuchillo afilado en las zonas más gruesas de la carne. Aparte majamos en un mortero los ajos pelados con un poco de sal gorda, hasta hacer una pasta. Añadimos las hierbas frescas y unos granos de pimienta y seguimos majando todo.

Introducimos parte de la marinada en las incisiones, repartiendo el resto por la superficie de la carne. Riega con un hilo de aceite de oliva y un vaso de vino blanco. Deja reposar dos horas en esta marinada, a temperatura ambiente, volviendo la carne de un lado a otro varias veces.

Calienta el horno a 200º e introduce la bandeja del asado en el centro del horno, sobre la rejilla. Deja asar 15 minutos por una cara, hasta que empiece a dorarse. Saca del horno, dale la vuelta y vuelve a meter al horno otros 15 minutos, hasta que quede bien dorada la pieza. Añade algo más de vino, si ves que se queda seca la bandeja, regando la carne con los jugos que vaya soltando, de vez en cuando.

Al final saca del horno y comprueba la cocción con un termómetro de asados. Debe marcar entre 60º y 80º en el centro de la zona más gruesa. Si no tienes termómetro, la carne estará en su punto cuando al pinchar con una puntilla o brocheta en la zona más gruesa del músculo, el líquido salga claro al apretar un poco la pieza. Los tiempos de asado dependen mucho del tipo de horno, y del grosor y tamaño de la pieza. Si te gusta la carne muy hecha deja que siga la cocción hasta que alcance el punto deseado, aunque sin pasarse, ya que quedaría muy seca y correosa.

En general, para este tipo de asados, calculemos entre 20 y 30 minutos por cada 500 gr. de carne, para un punto muy hecho.

Una vez comprobado el punto adecuado, apaga el horno y vuelve a meter la bandeja con el asado dentro, dejando que repose 15 minutos con el horno apagado, aprovechando el calor residual. Mientras tanto puedes preparar alguna guarnición, algún puré de verduras o patatas, o como en este caso, unas patatas panaderas, fritas en rodajas, bien crujientes.

Saca la bandeja y traslada la pierna a una tabla amplia de trinchar, y trincha con un cuchillo bien afilado la pieza, sacando filetes, empezando por la zona más gruesa, puliendo al máximo los rincones entre los huesos. Desglasa la bandeja de hornear añadiendo algo más de vino o caldo y calentando al fuego de la cocina, removiendo con una cuchara de madera para levantar los jugos. Deja que reduzca un poco, ajusta de sal y pimienta y pasa por un colador, reservando la salsa en una salsera.

Sirve la pierna de cordero lechal asado, receta paso a paso, acompañada de las patatas y la salsa aparte, en salsera, para que se sirva cada comensal. Y por supuesto, no puede faltar un buen Rioja para acompañar este delicioso asado.