El otro día probé el matcha latte en una cafetería de Amsterdam, y realmente quedé sorprendido de lo rico que estaba. Consultando por la red, veo que en los Starbucks de medio mundo se sirve el matcha latte, y que incluso hay preparados comerciales ya listos, aunque en los que conozco de por aquí lo más parecido es el chai latte, preparado con té negro, que tampoco está nada mal.

Como me encanta el té verde en polvo, matcha, he decidido ir probando nuevas recetas refrescantes con él, y os amenazo con helados, batidos y otras delicias. Ya hemos preparado algunos dulces con matcha, como esta deliciosa tarta de matcha con marcarpone.

Esta es una bebida fácil de preparar en pocos minutos. Para la mejor mezcla del matcha puedes usar el batidor tradicional, una especie de escobilla de fibra vegetal, o un batidor de leche eléctrico (yo lo conseguí en Ikea, muy baratito). Si quieres un acabado similar al capuccino, con leche espumosa, puedes montarla en frío con el mismo batidor.

Como soy muy muy adicto al capuccino, incluso en verano, al final acabé comprando el Aeroccino, un batidor de leche especial de Nespresso, que aunque es algo caro, si lo usas a diario merece la pena esta “pijada”. La ventaja es que permite montar la leche en frío, sin tener que usar la manga de vapor de la cafetera.

Ingredientes, 2 personas

250 gr. leche (puedes usar leche de soja o almendras igualmente), 250 gr. cubitos de hielo, 20 gr. agua caliente, 20 gr. sirope, 1 cucharadita de matcha en polvo.

Elaboración

Mezcla el matcha con el agua caliente, batiendo un poco (puedes usar el batidor de leche eléctrico, si lo tienes). Introduce en la batidora de vaso o Thermomix, junto con el hielo, la leche y el edulcorante.

Tritura a velocidad alta hasta que quede una mezcla bien fina y el hielo se haya disuelto. Ajusta de edulcorante, a gusto. Sirve al momento en vasos de cristal, para disfrutar del hermoso color verde de esta bebida.

Si quieres un efecto espumoso final, bate aparte 4 cucharadas de leche en el Aeroccino y añade a la bebida. ¡¡¡¡ Sirve y enjoy!!!!

 

Ahs! Olvidaba dejaros un collage de la cafetería De Bakkerswinkel donde probé mi primer caffe latte, en Amsterdam (el scone de arándanos muy rico igualmente).