La otra noche tomé unas deliciosas lentejas con codorniz en un sitio muy recomendable de mi pueblo, el Mesón Pajarete de Arroyo de la Miel. Después de esto, tenía el antojo de preparar unas lentejas, ligeras y sin mucha grasa ni embutidos, así que he cocinado una receta clásica, las lentejas guisadas, enriquecidas con un sofrito de cebolla, ajos y un poco de pan para espesar.

Si quieres le puedes añadir un poco de jamón o chorizo, aunque tal como os lo presento están muy ricas, y mucho más ligeras.

Ingredientes, 4 personas

400 gr. lentejas, 1 hoja de laurel, 100 cc. aceite de oliva virgen extra, 2 dientes de ajo, 50 gr. pan duro, una cebolla, una cucharada de hojas de perejil, una cucharada de harina, una cucharadita de pimentón dulce, sal, pimienta.

Elaboración

Ponemos a cocer las lentejas, cubiertas de 2 litros de agua, con una hoja de laurel, dejando cocer a fuego lento unos 35-40 minutos, o hasta que queden bien tiernas.

Aparte saltea los ajos y el pan, cortado en dados, con el aceite de oliva, hasta que se doren. Aparta. En el mismo aceite saltea la cebolla picada fina, hasta que empiece a dorarse. Añade el perejil picado, la harina y el pimentón, removiendo al fuego unos segundos.

Añade el sofrito a las lentejas, ya al final de la cocción. Tritura aparte los ajos y el pan con un poco de agua, usando la batidora. Añade al guiso. Remueve, ajusta de sal y pimienta y deja cocer 5 minutos más, hasta que quede una sopa espesa.

Sirve estas lentejas guisadas en plato sopero. Si quieres, y es una costumbre de mi casa, añade una pizca de vinagre en cada plato, realza mucho el sabor. También puedes acompañarlas con unos picatostes.