El otro día preparé helado de té verde para los asistentes a nuestra reciente sesión de nuestros cursos de cocina japonesa y sushi, y gustó mucho. El té verde japonés es la bebida tradicional por excelencia, y además cuenta con innumerables virtudes para la salud, como estimulante, curando enfermedades de la piel, hidratando el cuerpo, como digestivo, eliminando el cansancio y mejorando el funcionamiento de órganos vitales como el corazón, el riñón y el cerebro.

El cultivo del té verde procede de China, y en Japón se cultiva ampliamente. La calidad depende de la parte recolectada y de la zona de cultivo. Se trata de tés no fermentados, y los más conocidos son el té Sencha, hecho con hojas secadas al sol, y el té Matcha, té verde en polvo de alta calidad, y que es el que se usa para la ceremonia del té en Japón.

Tenemos cerca de casa un pequeño hotel japonés donde nos han prometido invitarnos a la ceremonia del té, todo un ritual que merece la pena descubrir. Ya os contaré cuando acuda. Para prepararlo en casa es importante usar agua caliente por debajo del punto de ebullición, a unos 80º, igual que con el té negro, para evitar se vuelva muy amargo. Antes de servirlo, se pasa el matcha por un colador muy fino para eliminar los grumos, ayudándose con una espátula de madera. En la ceremonia del té, el matcha colado se deposita primero en un recipiente llamado «chaki». Con una cucharilla de bambú se pone una medida en el cuenco de té. Se añade un poco de agua no muy caliente, ya hemos dicho, a unos 80º. Luego se remueve rápidamente con la brocha de bambú llamada chasen, hasta lograr una consistencia cremosa con espuma en la superficie. Tradicionalmente, se sirve acompañado de un dulce llamado wagashi.

Usos en cocina del té verde japonés en polvo, Matcha

El té matcha, que es el que tengo en casa, es bastante fuerte, y debemos usarlo en pequeñas cantidades. Se toma sin azúcar y el sabor en principio nos resultará un tanto amargo. Pero una gran ventaja del té matcha es que puede añadirse directamente a muchas preparaciones de repostería, cremas y helados. A nivel industrial abundan las delicatessen y diversas chucherias aromatizadas con té verde en polvo: caramelos, snacks tipo kit-kat, chocolate con té verde, batidos, panes, gelatinas, galletas, bizcochos, mousses, helados, cupcakes, trufas,  flanes, etc.

Yo lo he probado en forma de helado de té verde, y es excepcional. En estos días quiero probarlo en otras preparaciones, como en forma de bizcocho de té verde. Las posibilidades son infinitas, como en nuestra receta de tiramisú de té verde. Iremos experimentando y compartiendo con vosotros las recetas.