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El término “confitar” designa en general cocina a un método de cocción de alimentos, a baja temperatura, normalmente en un medio graso, aceite o manteca, junto con aromatizantes, sobre todo hierbas y especias. Se pueden confitar carnes, pescados y verduras, como en esta ocasión, en que os explico cómo hacer tomates confitados, receta paso a paso.

Para hacerlos usaremos los tomates de pera, de sabor intenso e interior jugoso. En vez de cocinarlos dentro del aceite, los haremos al horno, a baja temperatura, para que pierdan la mínima cantidad de jugos y concentren todo su sabor.

Estos tomates son ideales para ensaladas, o para acompañar queso de cabra, requesón, o para una ensalada de ahumados o de pulpo.

Ingredientes

Un kilo tomates, 8 dientes de ajo, hierbas aromáticas (tomillo, albahaca, orégano, mejorana,..), sal gorda, pimienta negra recién molida, 200 cc. aceite de oliva virgen extra.

La elaboración.

Cortamos los tomates por la mitad, a lo largo. Cubre el fondo de una fuente de horno, refractaria, con la mitad del aceite y el ajo y las hierbas picadas.

Cubre con los tomates, las mitades puestas boca abajo, sazona con la sal gorda y pimienta molida. Riega con el resto del aceite y mete en el horno a 150º, dejando cocer 3-4 horas muy lentamente.

Deben quedar muy tiernos, sin dorarse, más cocidos que asados.

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Degustación, consejos de conservación

Se pueden tomar estos tomates confitados templados o mejor fríos. Se pueden guardar hasta 3-4 días en frío, junto con las especias y los jugos que hayan soltado, en un recipiente hermético. Si los quieres conservar más tiempo puedes cubrirlos con aceite de oliva, que al evitar el contacto con el aire hará que se conserven mejor.

Estos tomates confitados son una interesante alternativa a los tomates secados al sol en muchas recetas de pasta y en ensaladas. Como aperitivos, se pueden servir acompañando quesos o anchoas.