© José Maldonado

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Hace poco os hablaba de mi experiencia con mi nueva cafetera Nespresso, y sus diferentes variedades de café. Como buen aficionado al café en todas sus vertientes, he pensado poneros algunas recetas sencillas con café, como esta receta de café vienés, que erróneamente confunden en algunos lugares con el capuccino.

El café vienés se puede también aromatizar con algún licor, aunque tal cual os lo presento es una delicia. Recomiendo para prepararlo un café Nespresso de intensidad media-alta, un mínimo de 5-6 en la escala de fuerza que viene indicada en cada tipo.

En este caso he usado la variedad de Nespresso Capriccio, una mezcla de cafés arabica de Sudamérica con un toque de robusta, que proporciona un espresso cremoso muy aromático, con notas de cereales que combinan muy bien con la crema montada que añadimos.

Ingredientes para el café vienés

Para dos cafés: dos cápsulas Capriccio Nespresso, dos vasos o tazas medianas, 200 cc. nata espesa (mínimo 45% materia grasa), una cucharada de azúcar en polvo, un sobre de azúcar vainillado.

Elaboración

Monta la nata, muy fría, con el azúcar en polvo y el azúcar vainillado, batiendo con las varillas hasta que quede formando picos suaves.

Prepara dos espressos, de 40-50 ml. Cubre cada café con la mitad de la nata montada, con una cuchara o usando una manga pastelera de boquilla rizada, para un efecto más decorativo.

Sirve al momento este café vienés, decorando a gusto con una pizca de chocolate en polvo. Hay quién le pone canela en polvo, pero tiene un sabor muy dominante, no lo recomiendo en este caso.

© José Maldonado

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